Vivimos en la cultura de la acumulación, la obsesión por acumular cosas, mi trabajo tiene que ver con eso.

Para mí el arte, o la producción artística es la forma en la que me relaciono/interactúo/fundo con la realidad que me rodea de una forma orgánica.

Hay una manera de estar permeable, con los poros abiertos dejando que penetre todo aquello que va apareciendo en cada lugar y momento.

 

Los materiales de deshecho (leftovers de la sociedad) con los que trabajo en cada lugar sirven para comenzar un nuevo proyecto surgido del azar, no de una decisión premeditada convirtiéndose en un reto.

Estoy aquí y tengo esto.

 

Así surgen proyectos textiles, instalaciones en papel, dibujos en la arena, colecciones de  esculturas móviles realizadas con huesos, obras efímeras y trabajos relacionados con la acumulación, la colección, las Wunderkamera o gabinetes de curiosidades, el bodegón contemporáneo, los still alive.

Los sastres de Marruecos y Dakar son  fuente para las creaciones textiles, los libros en braile abandonados, los catálogos de arte reutilizados a modo de palimpsestos, las revistas, los libros, los restos de madera...